viernes, 29 de agosto de 2014

No se aísla al victimario sino a la victima

Imagen: losojosdehipatia.com






















La violencia de género solo es recordada los meses cercanos al "Día Internacional de la No Violencia de Género", los demás días solo salen noticias de mujeres asesinadas a manos de sus parejas.   A alguien se le ha ocurrido que quizás una solución es que, más que cárcel u orden de alejamiento, estos victimarios lo que necesitan es un centro de aislamiento (nada que ver con la cárcel) en donde reciban todo el tratamiento psicológico que puedan necesitar, en vez de que sean las mujeres las que tengan que exiliarse y continuar viviendo con el miedo de un posible ataque.

Necesitarían por lo menos un año recluidos, o según el nivel de violencia alcanzado, mientras la victima de ese maltrato tome distancia y aprenda a vivir sin ese miedo constante a su agresor y a la vez también pueda tomar conciencia de que su situación no es normal. En ese centro de "desintoxicación" se podría reeducar a ese agresor con algunas clases como por ejemplo: cocina, se les enseñaría a planchar, a limpiar una casa, aprenderían otros oficios como agricultura, carpintería, etc. Estos cursos tendrían una doble misión; primero, que sean individuos libres de sus propios prejuicios y limitaciones; y segundo,  ayudaría a autofinanciar el centro. Las terapias serían el principal objetivo para que su reintegración en la sociedad y que logren interiorizar que  necesitan un cambio interior duradero y verdadero.

Siempre existe la posibilidad de que ese hombre recaiga pero al menos dará tiempo a su ex pareja a rehacer su vida y encontrar los medios necesarios para su supervivencia lejos de quien solo la maltrata, y por supuesto, se le ofrecerá toda la ayuda económica y psicológica posible para que también se reintegre a la sociedad como una persona autosuficiente y con conocimiento de como evitar futuras posibles relaciones tóxicas. Porque muchas mujeres tienen la tendencia a buscar relaciones con perfiles machistas confundiéndolo con virilidad.

Este planteamiento se me ocurre debido a que muchas de esas mujeres victimas de violencia de género creen una exageración que su pareja vaya a la cárcel cuando "no ha hecho nada". Si, porque una mujer maltratada y luego "agasajada" nunca verá un maltrato como tal, siempre pensará que algo habrá tenido que ver su actitud, ya que él es un buen padre, un buen hijo, un buen amigo, un buen hermano y/o un buen trabajador.  Pero si sabe que no estará en la cárcel con otros "delincuentes comunes" quizás le permitiría sentir menos culpa al denunciarlo.  Muchos pensaran que es una tontería bastante grande la que digo, pero hasta ahora no he visto que se planteen otras opciones que no sea aislar a la mujer, llevado a cabo de manera infructífera porque la amenaza permanece vigente.

Por su puesto, la educación en igualdad desde las escuelas se debe tomar muy en serio, que no sea cosa de un mes o dos, es cuestión de que sea parte activa de la formación, haciendo énfasis en que nadie es mejor ni peor que nadie aunque seamos diferentes.

No depende de edades, situación social o cultural, la violencia de género nos afecta a todos. Ante el menor indicio llama al  900 200 999, Instituto Andaluz de la Mujer.