martes, 14 de abril de 2015

¿Qué calidad de vida?

Fernando
Quiero usar este medio para transmitir dentro de la medida de lo posible los buenos hábitos de vida que se supone nos hacen gozar de buena salud mental, fisica, social, cultural o de cualquier otra índole, restando un poco de podredumbre, por decir algo un poco más sonoro, a este mundo corrompido por tantas atrocidades tan difíciles de ignorar.

Pero cómo puedes recomendar a una persona comer de manera equilibrada cuando esto le cuesta más que comer comidas saturadas de grasas y/o azucares porque come en la calle, y que si cocina en  casa tiene que pensar en lo que más rinde a la hora de alimentar a una familia con más de 5 miembros.  Quizás porque vives en un país productor de innumerables productos pero que para su propia gente encarece los precios. O que si tienes la oportunidad de consumirlo seguramente estén alterados genéticamente para hacerlos más resistentes, por lo que podrían enfermarte a corto o largo plazo. Y como se ha volteado la tortilla con el consumo de productos naturales (biológicos) llegando a ser más caros que los transgénicos.
Cómo recomendar a personas de países con alto grado de delincuencia que haga ejercicio al aire libre porque es relativamente gratis y te aporta innumerables beneficios, cualesquiera que estos sean. Cómo podemos decir a la juventud que visiten los museos, que vayan a conciertos, que estudien , que trabajen, etc.;  si más allá de ciertas horas es impensable estar en la calle, sobre todo si vives en ciertos barrios.
La calidad de vida es un bien poco común, y poco apreciado, que solo pueden disfrutar algunos países privilegiados, o turistas que van a evadir sus pensamientos y a disfrutar de una estadía paradisíaca en países menos afortunados en la que la población llana se hace de la vista gorda para hacer más llevaderas sus vidas.
Es difícil hablar de buenos hábitos a personas que se encuentran maniatadas por las condiciones sociales, culturales y económicas del lugar donde le ha tocado vivir, aunque sean paraísos en la tierra.
De todas maneras no podemos dejar que esas dificultades nos impidan disfrutar de nuestro paso por esta tierra porque sería como tirar la toalla. No podemos permitir que la delincuencia y las carencias económicas desgasten nuestros propósitos. En vez de eso debemos siempre buscar alternativas y en el camino tratar de aportar nuestro granito de arena. Porque mientras haya un solo justo, todavía tendremos esperanza.

Acoso en las Escuelas. ¿Quién tiene la culpa?

Imagen: Revista Digital el Recreo
Según un estudio realizado por el Instituto Dominicano de Investigación y Evaluación de la Calidad Educativa (IDIECE), 33.6 por ciento (de 2,391) estudiantes de escuelas publicas sufren acoso. El acoso es procedente de otros alumnos, profesores, directores y padres; y va desde un insulto hasta agresión física, según recoge Diario Libre en su gráfica.
El estudio presentado en el Quinto Congreso Internacional de IDIECE: "Prevalencia, tipología y causas de la violencia en los centros educativos de básica y media de la República Dominicana", se realizó en 53 distritos, con alumnos desde cuarto de básica hasta tercero de media.
Según datos de los estudiantes entrevistados, la violencia entre los profesores y alumnos es un 20.08 por ciento en básica y un 27.3 por ciento en media, siendo los gritos e insultos lo más común. En cuanto a la violencia de parte del director a los estudiantes, reporta un 15 por ciento en básica y un 12 por ciento en media, aporta el Listin Diario.
Estos datos son preocupantes porque riñas han existido y existirán mientras se esté en sociedad, lo que preocupa es que estos casos sean de manera recurrente en las escuelas.
Muchas personas al escuchar o leer la palabra "acoso", espontáneamente  visualizan un tocamiento o palabras inapropiadas, que intimidan sobre todo a las mujeres por su contenido sexual, de manera errónea. Como muestra el estudio este acoso se da de diferentes maneras no solo el sexual.  Ese mismo error lleva a pensar de manera poco acertada en varias posibilidades que no tienen por qué ser para nada un razón valida y es por eso que quiero aprovechar la ocasión para hacer un par de aclaraciones.
Son muchos los que se empeñan en que el acoso, en este caso sexual, es culpa de las niñas que van a las escuelas de una manera muy provocativa y que seducen a los demás alumnos y maestro, pero está claro que bajo ningún concepto se debe permitir que la mujer siga pagando los platos rotos de una sociedad tan machista.
El problema es que si esa fuese la verdadera razón por lo menos tendríamos una posible solución, pero no es así. Que pasa con las chicas y chicos que si visten de una manera cauta y procuran no hacerse notar solo para no ser  blanco de esos acosos,  que de todas maneras también sufren.
En las escuelas quienes ponen los limites son los maestros y directores, y ellos deben ser quienes velen y quienes propicien de una manera adecuada los valores morales y éticos, por lo menos dentro de la escuela. Son ellos quienes deben dirigir a sus estudiantes para que pongan de manifiesto todas sus capacidades y son ellos quienes deben procurar su integridad mientras estén bajo su custodia en hora de clases.
En República Dominicana, lejos de castigar a los victimarios, siempre se castiga a las victimas, por eso es que muchos no son capaces de denunciar los acosos, del tipo que sean, ya que serán vistos como los principales culpables de sus calamidades. Y como siempre, no quiero excluir a las mujeres de esta actitud machista ya que muchas de ellas son las primeras en opinar que otras niñas o adolescentes se procuran este mal trato.
No le podemos buscar excusas a lo mal hecho, las cabezas de la sociedad deben  estar por encima de todas esas aberraciones y ser ejemplo de integridad, porque de lo contrario no nos sentiremos seguros en ninguna parte y a ninguna hora, vistamos como vistamos, seamos como seamos.

Soy mujer, ¿Y qué?

Que indignante, no que esta palabra ya la he usado mucho, que penoso es que la mujer sea el centro de atención solo para lo malo.  República Dominicana es uno de los países de Iberoamerica con el indice más alto de violencia de género, aun así fueron pocas las mujeres que compartieron algo sobre el tema en el día en que se debe perder el miedo a decir no a la violencia de género en todo el sentido de la palabra.
En R. D.  contamos con 3 de las mujeres más importantes que han marcado un hito en la historia de las libertades tanto políticas como sociales a nivel mundial, me refiero a las Hermanas Mirabal, y siquiera así alzamos nuestra voz por bandera y nos enfrentamos a esta situación alarmante que está acabando con nuestra sociedad.
mensajedetextoCuando se trata de algún chiste sexista ni nos percatamos y somos la primera en soltar la carcajada sin siquiera detenernos a meditar si es ofensivo o no.  Que sea chiste no significa que no tenga una carga prejuiciosa, de hecho, la mayoría de los chistes la tienen.  A mi no me hace gracia que digan que las mujeres somos unas interesadas materialistas, como el chiste que les muestro; aunque haya mujeres que lo sean, no son todas.  No he escuchado ningún chiste sobre los hombre que están con mujeres solo porque tienen dinero. ¿A esos cómo le llama?
Tampoco creo que existan tantas "Marías", menores embarazadas por el espíritu santo. btr66-600x600Algún hombre habrá intervenido. Sin embargo son solo ellas las culpables debido a la mala crianza que les han dado sus madres, porque al parecer tampoco tienen padres. No solo se les debe consentir a los niños que digan palabrotas, que vistan como quieran y que bailen como les de la gana. Si se les corrige se les corrige a ambos o a ninguno. De eso se trata la igualdad, se trata de que tengamos una educación igualitaria y con los mismos principios.
Los temas musicales no se quedan atrás, esa es una de las representaciones que más han perjudicado a la sociedad, inyectando cada día una buena carga de prejuicios, intolerancias y malos ejemplos que se han ido multiplicando hasta convertirse en un monstruo que solo puede combatirse con cultura bien entendida y mucha educación.
Lo peor de luchar contra la violencia de género es tener que convencer precisamente a las que son más perjudicadas por este problema, de que deben enfrentarlo, deben tomar conciencia de que es algo serio, que no es algo transitorio y que no es una exageración. Que podemos ser mujeres libres e independientes, pero todo dependerá de nuestro esfuerzo, conjunto o individual, por hacerlo posible. ¡Ojo!, que tampoco me refiero con ser libre a imitar los malos ejemplos de los hombres.
Que no hablemos del problema no significa que no existe, y a tanta mudez solo queda usar con mayor fuerza la voz de aquellos que si quieren hacerse escuchar y cambiar un poco este panorama tan poco alentador.